En la bodega Besalduch, Valls & Bellmunt ya descansan en la necesaria oscuridad y silencio, y con una humedad controlada del 75 – 80%, las barricas de roble francés de 300 litros, donde están elaborándose los primeros vinos crianza.
De momento no nos han dicho qué variedades están envejeciendo, así que será una sorpresa que nos tienen preparada.
Las zonas habilitadas para la crianza, son los depósitos subterráneos donde antiguamente se guardaba el vino. Estos, al igual que el resto de dependencias de la bodega, han sido restaurados y acondicionados, pero manteniendo siempre su esencia.
Con la nueva sala de crianza de vinos, las bodegas ya disponen de otro atractivo mas para ser visitados y que, además, en breve nos permitirá disfrutar de los nuevos vinos de crianza.