¿Energía solar? Sí, pero… ¡no así!

Desde la IGP Castelló, entendemos la importancia de la transición hacia fuentes de energía renovable y sostenible, así como la necesidad de reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles, de hecho, muchas de las bodegas están trabajando en esta línea.

Sin embargo, creemos firmemente que esta transición no debe llevarse a cabo con la destrucción de zonas agrícolas que actualmente son la principal fuente de ingresos, o la única en algunos casos, de una gran cantidad de familias.

Desastre social y económico

Las mega plantas fotovoltaicas implicarán la pérdida de vastas extensiones de tierra cultivable, reemplazándolas por paneles solares a gran escala. Esto significará la desaparición de campos que han sido cultivados durante generaciones y que sustentan a numerosas familias y comunidades locales.

La agricultura es una parte integral de nuestra identidad y de la historia de Castellón, y su desaparición tendría un impacto devastador en nuestras vidas.

Desastre medioambiental

Además, la construcción de estas mega plantas fotovoltaicas podría tener consecuencias negativas para el medio ambiente local. La alteración del paisaje, la pérdida de biodiversidad y el impacto en los ecosistemas son aspectos que deben ser debidamente considerados.

No podemos permitir que nuestras tierras fértiles sean convertidas en desarrollos industriales sin una evaluación exhaustiva de los posibles daños ambientales y sin buscar alternativas que minimicen su impacto.

Proponemos que se busquen soluciones energéticas que sean más respetuosas con nuestro entorno, que se promueva el uso de tecnologías solares distribuidas y se fomente la generación de energía renovable en tejados y espacios urbanos, evitando la concentración excesiva de infraestructuras en zonas rurales y agrícolas.

Asimismo, es fundamental que se realice un diálogo transparente y participativo con las comunidades afectadas antes de llevar a cabo proyectos de esta magnitud. Nuestras voces deben ser escuchadas, nuestras preocupaciones deben ser tenidas en cuenta y nuestras alternativas deben ser consideradas seriamente.

¡Reflexionemos, por favor!

Instamos a las autoridades competentes, a las empresas involucradas en estos proyectos y a la sociedad en general a reflexionar sobre las consecuencias a largo plazo de la construcción de mega plantas fotovoltaicas en Castellón.

Debemos encontrar un equilibrio entre la necesidad de una transición energética y la protección de nuestras comunidades, nuestra cultura y nuestro medio ambiente.